

Los tallarines verdes (fideos con pesto criollo) son sabrosos, nutritivos y fáciles de hacer. Con el sello incomparable de la albahaca, la espinaca y el queso fresco; están entre los grandes exponentes de la gastronomía peruana y se preparan en prácticamente todos los hogares y restaurantes que ofrecen el clásico "menú" del día. Además, es uno de los platos favoritos de los niños. Esta preparación se acompaña con lomo, bistec, milanesa o huevo frito (a la medida del bolsillo) y aunque admite ciertas variaciones, se caracteriza siempre por su cremosidad y sabor amable.
🌿 Puedes también sofreir la cebolla con el ajo antes de licuar, e integrar todos los ingredientes en la licuadora para que la salsa quede aun más cremosa.
🌿 El queso le da a nuestra salsa verde un sabor muy agradable, pero hay que tener cuidado con la sal, porque el grado de sal varía en cada queso.
🌿 Puedes agregar un chorrito de aceite de oliva al licuado.
El origen de los tallarines verdes es italiano y lo encontramos en el pesto genovés. ¿Pero cómo llegó a convertirse en un plato peruano emblemático? Todo empieza 500 años atrás, cuando arribaron a América ciudadanos genoveses en busca de fortuna. Estos inmigrantes trajeron consigo todo un bagaje cultural, incluyendo su recetario y, por supuesto, la famosa salsa verde.
Debido a que en nuestro país no había todo lo necesario para elaborarla, los italianos (y los demás peruanos que iban conociéndola) buscaron la forma de hacer esta preparación con lo que encontraron aquí. Así, a lo largo de cientos de años, la receta original fue sufriendo modificaciones hasta adquirir las características propias que la han hecho tan famosa y que presentamos a continuación.
Así como acá hay distintas tradiciones cevicheras —dependiendo de la región y costumbres familiares—, en Italia también hay distintos tipos de pesto. En general, el pesto es todo aquello que se prepara machacando en mortero: pestare en italiano. Sin embargo, la versión genovesa —que tampoco es una sola— es la que ha trascendido fronteras. ¿Qué lleva?: albahaca, ajo, queso parmesano o pecorino, piñones y aceite de oliva. El resultado es una salsa pastosa para acompañar la pasta u otras preparaciones.
El proceso por el cual el pesto se transformó en salsa verde peruana, por supuesto, no fue instantáneo. A lo largo de cientos de años, en el Perú fuimos rebajando el sabor intenso de la albahaca con espinaca; reemplazamos el parmesano por queso fresco; los piñones por pecanas o almendras. Y para darle más sabor, al ajo le sumamos cebolla y ají. Le agregamos también leche y reemplazamos el mortero por licuadora. Así, lo que originalmente era una salsa rústica, se convirtió en una salsa cremosa. Y la evolución no se detiene. Hoy, la salsa verde y el pesto se combinan con distintos insumos y se consumen de formas muy diversas. ¿Te imaginas unas tostadas con salsa verde y su huevo frito o un pesto acompañando una papa a la huacaína? Anímate a probar nuestra receta tradicional y a disfrutar del sabor que ya se ha hecho clásico, pero también a ir haciendo tus propias variaciones. Experimenta con esta deliciosa preparación y sus potenciales combinaciones.
La receta de los tallarines verdes no es estática; tiene muchas variaciones.
Puede conservarse en el refrigerador durante tres días. Debido a su contenido de queso fresco, puede adquirir un ligero sabor ácido después de este período.
Encontrar los insumos peruanos para replicar esta deliciosa receta puede ser complicado si te encuentras en Estados Unidos, sobre todo por la presencia del queso andino que es uno de los insumos básicos en el pesto criollo. Con el objetivo de poder alcanzar el sabor de este platillo peruano, consultamos con el experto chef Heine Herold (chef de Melange restaurant) quien nos reveló su secreto. Explicó que podemos reemplazar el queso peruano por quesos mexicanos como el queso oaxaca o el queso cotija. Si bien, estos insumos no igualarán nuestra sazón peruana, se acercan bastante y son una buena alternativa para quienes añoran disfrutar de esta tradicional receta.
Las espinacas y la albahaca, ingredientes principales de la salsa verde, son una excelente fuente de vitaminas y minerales, tales como hierro, calcio, vitamina A, vitamina C y ácido fólico. El queso aporta calcio, proteínas y grasas, elementos esenciales para distintas funciones del organismo. Por ejemplo, el calcio es fundamental para la salud de los huesos y los dientes, mientras que las proteínas son cruciales para la construcción y reparación de tejidos musculares. Además, las pecanas y almendras aportan grasas saludables, proteínas, fibra y una variedad de vitaminas y minerales, incluyendo vitamina E, magnesio y potasio.
La espinaca tiene múltiples beneficios
Sí, esta receta puede considerarse saludable, ya que está hecha a base de espinaca y albahaca. Estas hierbas tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y a proteger las células del cuerpo. El queso que es parte de esta preparación, contiene calcio, un mineral que fortalece los huesos y dientes, también contribuye a la reparación muscular. Por último, el lomo de res aporta hierro, esencial para combatir la anemia, reforzar el sistema inmune e intervenir en el mantenimiento de los músculos.
Y tú, ¿cómo prefieres los tallarines verdes?
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