

El pollo al horno es uno de los platos más consumidos en los menús y casas peruanas. Será porque no solo es sabroso y económico, sino porque el horno hace la mayor parte del trabajo, mientras podemos ocuparnos en otras cosas. Usualmente, el pollo al horno se acompaña con un puré de papa amarilla y arroz graneadito, pero la ensalada rusa o la palta rellena también suelen ser compañía habitual.
Para que el pollo quede sabroso requiere una buena marinada. Mientras más tiempo pase bañado en esta salsa —en frío—, más sabor absorberá la carne. Puedes hacer la marinada que gustes: achifada, con salsa de ostión y kion; o norteña, con ají amarillo y chicha de jora. Nosotros optamos por una más criolla, la clásica, con ají panca y salsa de soya.
El principal cuidado a la hora de cocinar al horno es el control de la temperatura y el tiempo de cocción, porque lo que queremos es que la carne del pollo quede bien cocida, pero sin llegar a secarse. El pollo debe quedar jugoso, y eso solo se logra con presas de similar tamaño, para que se cocinen parejo, y un horno que no falle.
Pollo al horno:
Ensalada rusa:
No olvides revisar la cocción del pollo luego de unos 30 minutos, para evitar que se seque. Gira la bandeja si ves que se dora más, por un lado, que por otro —todos los hornos tienen su maña—, y de ser necesario, cúbrelo con papel aluminio. Un termómetro de horno puede ser muy útil para evitar tener que pinchar el pollo y hacerlo perder sus jugos (en esta nota explicamos todos los cuidados para cocinar el pollo y cómo usar el termómetro).
Lo que más gusta de este plato es la salsa que quede producto de la cocción, que puedes servirla en un platito aparte para quien quiera servirse más.
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