Los frejoles no te causarán más gases con estos trucos
Los gases son un efecto natural de los frejoles, pero hay maneras de reducirlos. Acá te contamos cómo.
Únete al canal de Whatsapp de Buenazo¿Eres de los que rechaza un plato de frejoles para evitar los gases que te generan? ¿Eres capaz de no comer el tacu tacu porque luego te cae mal? Muchas personas prefieren evitar los frejoles —y menestras en general— porque les generan muchos gases. Estos son, sin duda, un efecto natural de las legumbres, pero pueden llegar a ser realmente incómodos en personas sensibles a estos alimentos.
¿Sabes a qué se deben los gases? ¿Quieres saber cómo reducir los problemas que ocasionan, especialmente al cocinar frejoles? Acá te contamos un par de técnicas de cocina que pueden ayudar a reducir estos —desagradables e incómodos— efectos secundarios.
Las maravillosas legumbres
Estas semillas comestibles que domesticamos hace miles de años, se han convertido en uno de los alimentos de mayor consumo en el mundo. Frejoles —o frijoles—, lentejas, garbanzos, habas y pallares son productos que le han dado identidad de nuestra cocina. Y lo mejor de todo es que son un súperalimento de fácil acceso: una muy buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales, y sobre todo, fibra, que favorece la digestión y ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Pero…
¿Por qué generan gases los frejoles?
La mayoría de los gases que expulsamos se producen por el aire que ingresa a nuestro estómago a lo largo del día, pero sobre todo al comer o beber (estos los expulsamos sobre todo cuando eructamos). Sin embargo, ciertos alimentos ricos en fibra nos producen más gases de lo normal: frutas, verduras, cereales integrales, y por supuesto, las legumbres.
Los gases que estos alimentos generan se producen en el interior del intestino grueso (colon), debido a ciertos alimentos que no llegamos a procesar en el intestino delgado. Esto pasa con los frejoles —y otras menestras—, que contienen ciertos carbohidratos que no podemos procesar —y convertir en azúcar—; entonces, las bacterias de nuestro sistema digestivo los fermentan y se producen gases.
¿Cómo hacer para que los frejoles no produzcan gases?
Hay dos técnicas para reducir los efectos del consumo de legumbres:
1. Cambiar el agua de remojo
La mayoría de menestras se debe remojar para reducir su tiempo de cocción y poder comerlos. Los frejoles, por ejemplo, es mejor remojarlos durante toda la noche. Lo que se ha descubierto es que el agua del remojo ayuda a disolver y extraer los carbohidratos —oligosacáridos— que nos causan gases. Y si cambiamos el agua varias veces durante su remojo, ayudamos a eliminarlos. Por eso no se recomienda cocinar los frijoles en su agua de remojo, sino con un agua nueva.
2. Cocinar a fuego lento
Este es otro consejo que funciona. Y es que cocinar los frejoles por más tiempo, a fuego bajo. De esta forma los frejoles quedan más tiernos y es más fácil digerirlos.
Consejos adicionales para que los frejoles no produzcan gases
- Si bien comer frejoles puede tener los efectos gaseosos que conocemos, si los consumimos de forma regular nuestro cuerpo se acostumbrará y los gases se reducirán.
- Evita las bebidas carbonatadas, como gaseosa y cerveza, y sobre todo, evita beber con cañitas.
- Evita las gomas de mascar y los caramelos.
- Come despacio para evitar acumular aire.
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