El pacae: ¿conoces esta fruta nativa de América?

Es una de las frutas que llamó la atención de los españoles cuando llegaron al Perú en el siglo XVI. De hecho, dicen que Atahualpa le regaló un canasto lleno de pacae —o pacay— a Pizarro durante su encuentro en Cajamarca. Y a pesar de ser nativa de la región andina, muchos y muchas de nosotras no la conocemos o la hemos probado.

Por eso, en esta nota vamos a contar un poco de su historia y propiedades. ¿Cómo es el árbol? ¿A qué familia de plantas pertenece? ¿Cómo es su fruto y a qué sabe? Un acercamiento a este fruto tan peculiar. 

Su nombre científico es Inga feuilleei; un árbol de la familia de las leguminosas —como los frejoles y las habas—, que puede llegar a medir unos 15 metros de altura. Es nativo de América, y se encuentra principalmente entre Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia, y parte de Centro América, donde crece en chacras y huertas libremente. Además, su madera se usa como leña. 

Su fruto es una vaina verde larga y abultada, que puede medir entre 20 y 50 cm o más. Dentro, se encuentran las semillas en hilera, similar a la haba, pero de color negro brilloso. Esta que vienen envuelta en una fibra de color blanco, muy parecida al algodón, con un néctar dulce de un sabor único. Esta fibra es la que se consume como fruta. 

Una anécdota de Garcilaso

Cuenta el cronista mestizo en sus Comentarios Reales cómo los españoles conocieron este fruto, al que confundieron con el algodón: “ha habido españoles bisoños que, no conociendo la fruta, han reñido con los indios que se la daban, entendiendo que por burlar de ellos les daban a comer algodón”. Dice Garcilaso que los españoles las llamaban guabas, que es como se le conoce en ciertas regiones de Centro América y el norte peruano.

Propiedades nutricionales

En 100 gramos de pulpa, hay apenas 52 calorías, lo que nos permite disfrutar de esta fruta en cantidad. Además, contiene vitaminas A, B y C. Sus propiedades antioxidantes lo han convertido en un fruto de alta demanda en el exterior, porque además permite reducir los niveles de colesterol —gracias a la fibra—. 

¿Cómo se abre y consume?

La vaina del pacae es dura y no se abre tan fácilmente. De hecho, requiere cierta maña o técnica, y algo de fuerza a veces. Lo normal es doblarla en dos, para que se rompa la vaina y se muestre el interior. Luego solo hay que tomar los frutos; la semilla se desprende fácilmente, dejando la fibra lista para consumir. Evita aquellas manchadas o perforadas —por gusano—. Puedes ponerlas a enfriar también, pero se recomienda comerlas frescas, al momento, para evitar que se oxiden. Se pueden preparar jugos y helados, y la semilla también se puede cocinar y servir como snack. 

Y tú, ¿ya conoces la guaba o pacae?