¿El carbón parrillero puede afectar nuestra salud?

Esta época del año es ideal para disfrutar de una deliciosa parrilla junto a la familia o los amigos. De hecho, cocinar al aire libre –en contacto con el fuego y la carne– tiene un efecto relajante. Sin embargo, como todo en esta vida, está técnica de cocción también tiene sus riesgos. Veamos.

¿El carbón y el cáncer?

Diversos estudios han asociado el uso del carbón y la cocina a la parrilla con el riesgo de desarrollar cáncer. Específicamente, se trata de dos compuestos que surgen cuando se cocina carne a la parrilla: los hidrocarburos aromáticos policíclicos y las aminas heterocíclicas. En realidad, estos compuestos lo que hacen es alterar nuestro ADN, lo que podría —aún no se ha comprobado— causar cáncer. 

¿Cómo se forman estos compuestos?

Los hidrocarburos aromáticos policíclicos se forman al quemar materia orgánica; no solo en la parrilla, obvio. Estos se elevan con el humo y envuelven la carne con sustancias cancerígenas. Las aminas heterocíclicas (AHC) se desarrollan en el tejido muscular de los animales cuando entran en contacto con altas temperaturas: cerdo, res, cordero, cabra; aves y pescados. 

Así pues, cocinar carne a altas temperaturas, y tener contacto con el humo son los factores a evitar. Esas cortezas crujientes de las hamburguesas, o los huesitos dorados de las costillas, esconden algo más que un buen sabor. 

¿Qué hacer, entonces?

Por supuesto, el riesgo es mayor mientras mayor sea el contacto con estos factores. Hacer una parrilla un par de veces al año no suponen ningún riesgo, pero hacerlo una vez a la semana sí puede tener efectos nocivos. Por eso, para reducir los riesgos, te dejamos estos consejos: 

• Reduce el consumo de carnes rojas, ya que estas están asociadas a cáncer de colon y rectal. 
• Prepara más mariscos, pescados y verduras en reemplazo de las carnes.
• Consume la carne con verduras; que la carne no sea el plato principal.
• Marina tus carnes con anticipación, ya que la marinada sirve como una capa protectora de la carne.
• Reduce el consumo de carnes grasas, pues estas generan más compuestos que las carnes magras.
• Reduce el consumo de alimentos procesados, como hamburguesas congeladas, salchichas y chorizos.
• Si vas a cocinar carne a la parrilla, precocínalas en el microondas o en el horno.
• Reduce la exposición al humo.
• Evita las cortezas carbonizadas.

Así que ya sabes, a cuidarse este verano de las parrilladas, como te proteges del sol.