Los coreanos han sido por mucho tiempo una nación tradicional, que recién se abrió al mundo a fines del siglo XIX. Desde entonces, ha recibido el influjo de decenas de culturas que han dejado huella en sus costumbres, especialmente en las culinarias. No se puede negar la influencia japonesa y china en su cocina, pero también la de EE.UU. Esta fusión de culturas le ha legado a Corea una cultura gastronómica poderosísima, que ha logrado una internacionalización muy rápida. Al punto que es considerada toda una tendencia en las principales ciudades del mundo, no solo por su sabor, sino por su concepto y la idea que la define: es una comida sana, sabrosa y entrañable.