Emoliente frutado: ¿lo has probado?
Una nueva tendencia en el mercado de bebidas calientes: los emolientes frutados. ¿Qué son?
El emoliente es la bebida caliente por excelencia en nuestro país. Lo encontramos en casi todas las ciudades y pueblos, usualmente en las esquinas, plazas y parques más concurridos, desde la mañana (para el desayuno) hasta la noche, e incluso de madrugada (ocasión perfecta para servirlo piteado).
Pero, además del emoliente tradicional, hecho con hierbas y plantas medicinales, en la actualidad han surgido algunas nuevas propuestas, como el emoliente frutado. ¿De qué se trata esta novedad? ¿Por qué se llama así? Veamos.
El emoliente empezó a consumirse frío, como una bebida medicinal que servía como diurético, durante la Colonia. Nuestra capital se llenó de puestos y ambulantes que vendían esta bebida hecha con hierbas y plantas medicinales. Con el paso del tiempo, sin embargo, cambió la temperatura de servicio —de frío a caliente—, y fue sumando ingredientes. Hoy, hay unos 35 mil emolienteros a nivel nacional, cada uno con una propuesta particular. Por eso, cada quién tiene su emoliente favorito, en el barrio o cerca al lugar de trabajo, como quien tiene un médico de cabecera o una cevichería preferida. ¡El emoliente es una institución!
El emolientero es una institución en nuestra ciudad. ¿Cuál es tu favorito?¿De qué está hecho el emoliente?
Dime tu dolencia, y te diré qué emoliente debes tomar: para los males de los riñones, para el hígado, los pulmones, estómago, etc.. La base casi siempre es la misma: cebada, linaza, cola de caballo, boldo y extracto de alfalfa. Pero adicional a eso, cada emolientero le agrega plantas, raíces y botánicos de su preferencia, o de la zona: muña y coca en la región andina; salvia —previamente tratada—, etc. Pero el mercado va creando nuevas combinaciones. Y ahí es de donde nace…
La base del emoliente: cebada, linaza, boldo, cola de caballo, etc.El emoliente frutado
¿De qué se trata? Básicamente, se trata de un emoliente tradicional, al que se le agregan jugos o extractos de frutas. Un agregado que cambia por completo la esencia del emoliente clásico. ¿Qué frutas se usan? La que haya: fresas, mango, maracuyá, tamarindo, naranja, piña, aguaymanto; dependiendo de la temporada y de la zona. De esta forma, la bebida se vuelve más amigable para el paladar. Similar a una raspadilla, pero calientita. Eso sí, hay que tener cuidado con el azúcar o miel, para evitar su consumo excesivo.
¿Qué fruta le echarías a tu emoliente?Y tú, ¿ya probaste los emolientes frutados?