

Choritos a la chalaca, este tradicional piqueo marino es uno de los preferidos de los veranos costeños. Fresco, económico y muy sabroso —además de nutritivo—, los choros o choritos a la chalaca ya tienen un lugar destacado y bien ganado en la panacea de la gastronomía peruana.
Los choros a la chalaca son un plato rápido y fácil, y son un perfecto tentenpié para comer en la playa, abrir el almuerzo en una cevichería o para cualquier de evento social. A continuación, presentamos la receta y los ingredientes que necesitas para disfrutar este manjar.
Buscar el origen exacto de los choros a la chalaca es una tarea aún pendiente entre los especialistas de nuestra gastronomía. Por el nombre, sin embargo, el saber popular le ha otorgado un lugar de nacimiento: el primer puerto peruano, el Callao. Así es: según la creencia popular, debió ser un chalaco o varios —¿pescadores?— los que improvisaron un tentempié marino con choros —un tipo de mejillón—, cebolla y ají picados, sal y limón. Una combinación explosiva, fresca y sabrosa. Primo hermano del ceviche, sin duda.
Con el tiempo, la costumbre de estos pescadores chalacos se hizo popular, y así nació el plato, que incluye cebolla y tomate finamente picado, choclo cocido, culantro picadillo, y se acompaña con canchita y limón recién cortado. Una historia muy similar a la de la papa a la huancaína. Ya que, de un plato, nació a su vez una salsa que va bien con prácticamente todo. Y así como la salsa huancaína, nació la chalaquita. ¿Fruto de una iluminación personal o una creación colectiva? Ojalá algún día lleguemos a descubrirlo.
En todo caso, la chalaca o chalaquita ya ha desarrollado una vida por su cuenta. A los ingredientes originales se le fueron agregando otros insumos, de acuerdo a los gustos personales: a veces arverjitas o zanahoria, pimientos o chifles. Hay chalaquitas de lo que te imagines, y la puedes usar en donde y como quieras. En esta nota, te explicamos la diferencia entre chalaca, pebre y pico de gallo.