Notas

¡Cuidado con los nuggets!

Los nuggets son prácticos y nos saca de apuros, especialmente con los más pequeños de casa; pero, ¿qué tal saludables son?

nuggets de pollo
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¿Quién no ha resuelto un almuerzo con nuggets? Este arrebozado de pollo se presta como una solución casi inmediata. Y además es de las preparaciones preferidas de los niños y niñas. Los nuggets van muy bien con casi todo: ensaladas, pastas, incluso sánguches. Pero, ¿son todos los nuggets iguales?

Ciertamente no. De hecho, podríamos decir que hay 2 tipos de nuggets: los caseros y los industriales. ¿Cuáles son mejores o peores? En esta nota te explicamos las diferencias entre ambos, y qué tomar en cuanta a la hora de escoger entre uno y otro. Veamos…

Los nuggets caseros

Los nuggets son, pues, arrebozados de pollo de pequeño tamaño. No son milanesa ni apanado; tampoco un pollo frito. ¿O sí? Lo cierto es que hay dos tipos de nuggets: el casero y el industrial. El casero lo puedes hacer como gustes o puedas. Puedes usar pechuga o la carne del encuentro o de la pierna, y arrebozarla como gustes: el clásico arrebozado de harina, huevo y pan rallado, o lo puedes hacer con quinua u otra mezcla con tus gustos personales o familiares (nikkei, chino, criollo, etc). 

¿Qué tipo de arrebozado te gusta? ¿Has probado con quinua?    ¿Qué tipo de arrebozado te gusta? ¿Has probado con quinua?

Los nuggets comerciales

Por su parte, los nuggets comerciales, que solemos comprar en el supermercado, son productos procesados. Aunque la etiqueta nos indica que están hechos de pollo, basta leer los ingredientes para ver que, además, del ave molida, hay otros productos que se usan para alargar su vida útil y darle sabor. Las partes del pollo que se usan, además, no son precisamente la pechuga o la pierna o el encuentro. Sino que incluyen pellejo, huesos y cartílago (aunque eso no necesariamente es malo). 

El problema es que esta carne procesada se combina con un decenas de aditivos: azúcar, sal, saborizantes, levaduras, extractos, adherentes, etcétera y etcétera. Pero sobre todo: almidón. ¿Cuál es el problema con eso? Que todos esos productos, si se consumen de forma regular, van a afectar nuestra salud y nuestra nutrición. Y además, hay que tener en cuenta que los nuggets suelen cocinarse en —y absorben— mucho aceite a altas temperaturas, lo que los hace menos saludables aun (las freidoras de aire o el horno son los mejores métodos de cocción). 

El interior de la mayoría de nuggets comerciales deja mucho que desear.   El interior de la mayoría de nuggets comerciales deja mucho que desear.

Recomendaciones

Por eso, es clave saber qué es lo que nos llevamos a la boca y con qué nos alimentamos o con qué alimentamos a nuestra familia. Si usamos los nuggets industriales en ocasiones de emergencia o eventuales, pues normal. Pero si estos productos procesados o ultra procesados se convierten en nuestra rutina, los efectos se van a hacer notar por el exceso de sodio, azúcar y grasas saturadas, los tres grandes enemigos de la alimentación saludable

Y si aceptas una recomendación adicional, prepara tus nuggets en casa, con la carne que más te guste y con el arrebozado de toda la vida. Tu familia y tu salud, te lo agradecerán.

Evita consumir la comida procesada de forma regular, pues contienen mucha sal, azúcar y grasas saturadas. Evita consumir la comida procesada de forma regular, pues contienen mucha sal, azúcar y grasas saturadas.

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