El truco con papel aluminio para que tu refrigerador funcione mejor y consuma menos luz
Un simple truco puede ayudarte a que el refrigerador consuma menos energía, funcione mejor y dure más tiempo. Descubre cómo con un elemento que ya tienes en casa.


¿Alguna vez te ha pasado que el congelador se llena de hielo y ya no puedes ni sacar el cajón de los hielos? Eso ocurre cuando pasa mucho tiempo sin limpiarlo y no le damos el mantenimiento respectivo. Lo peor es que esos bloques de hielo que se forman hacen que el refrigerador trabaje de más, consuma más energía y, además, no enfríe como debería.
Para evitarlo, existe un truco casero que puede ayudarte de manera rápida, económica y efectiva. Solo necesitas papel aluminio. Sí, ese mismo que usas para envolver el sandwich de la lonchera o para cocinar al horno. Colocarlo dentro del congelador puede hacer una gran diferencia. No solo facilita la limpieza, sino que también ayuda a que tu refrigerador funcione mejor y sin tanto esfuerzo.

Truco del papel aluminio
Solo necesitas formar bolitas o poner láminas delgadas de papel aluminio en las paredes internas del congelador. Esto crea una barrera que impide que el hielo se adhiera con fuerza a la superficie. Así, cuando llegue el momento de descongelar, bastará con retirar el aluminio y gran parte del hielo se desprenderá fácilmente.
Lo ideal es colocar el aluminio antes de que se forme la escarcha, de modo que se prevengan las acumulaciones y se facilite el mantenimiento. Si ya has acumulado mucho hielo ahí dentro, mejor descongela primero, limpia bien y luego colocas el aluminio. Desde ahí, todo será más fácil. Es una forma práctica de ayudar a que el refrigerador trabaje menos y de forma más eficiente.

¿Cómo funciona?
Cuando el congelador se llena de hielo, el motor se esfuerza el doble para mantener la temperatura. Eso significa más gasto en tu recibo de luz y alimentos que no se conservan bien. El aluminio ayuda a que el hielo no se adhiera tanto, así que el refri trabaja con menos presión.
Un complemento útil, no un reemplazo
Ojo, este truco no reemplaza una buena limpieza profunda, pero puede ser un gran aliado para que ese momento inevitable del descongelado no sea una pesadilla. Sigue siendo importante descongelar por completo de vez en cuando, vaciar el refrigerador, evitar sobrecargarlo y mantener la temperatura entre -18 °C y -20 °C. También revisa que las puertas cierren bien para evitar fugas de aire frío.
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