¿Cómo cuidar la digestión sin dejar de disfrutar la cena de Navidad?

Disfrutar la Navidad no significa descuidar el cuerpo. Con pequeños ajustes, es posible celebrar, comer rico y sentirse bien al mismo tiempo.

Comer rico no significa comer en exceso.

Karla Morales

Las fiestas de fin de año llegan con mesas abundantes, horarios desordenados y antojos que no aparecen el resto del año. Y aunque es normal comer un poco más, el exceso sostenido puede pasar factura a la digestión si no se toman algunos cuidados básicos.

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¿Por qué el estómago sufre en Navidad?

Durante diciembre solemos mezclar comidas más pesadas, dulces, alcohol y poco descanso. Esta combinación puede provocar gases, hinchazón, acidez o estreñimiento. No es un solo plato el culpable, sino varios días seguidos de desorden.

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El estómago también siente los excesos de las fiestas.

La clave no es prohibirse, sino equilibrar

Los especialistas coinciden en que no es necesario eliminar los clásicos navideños. Comer también es parte del disfrute y la conexión familiar. El secreto está en las porciones, la frecuencia y en no abandonar por completo los hábitos saludables.

Cuida tu microbiota

El intestino necesita variedad y equilibrio. El exceso de grasas, azúcar y alcohol, sumado al estrés y al sedentarismo, altera la microbiota y empeora la digestión. Mantener frutas, verduras y agua en la rutina ayuda más de lo que parece.

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