
Café: ¿a partir de qué edad se puede tomar?
La cafeína es una bebida estimulante que puede afectar nuestra salud. ¿Está bien, entonces, que los niños o niñas tomen café?
El café es una de las bebidas más consumidas del mundo. Pero no solo es cuestión de cantidad y estadísticas. Como el vino, es una bebida que despierta pasiones y va a asociada a costumbres muy arraigadas. El café en la mañana, el desayuno familiar; el café para estudiar o trabajar, o para sentarnos a conversar o cerrar un negocio.
En el Perú, por ejemplo, no es muy común el consumo de café en niños y niñas, como sí lo es en Colombia. Pero, ¿es bueno que nuestras bendiciones tomen café? O más bien: ¿a partir de qué edad está bien que empecemos a tomarlo? En esta nota veremos los efectos del café en los niños y el consumo máximo sugerido por edad.
No es el café, es la cafeína
Efectivamente, la cafeína es la sustancia psicoactiva, y como tal, puede generar adicción. Este enunciado bastaría para negarle el consumo de café a los niños y niñas. Pero no todo es blanco y negro. Lo cierto es que, en pequeñas dosis, el la cafeína tiene efectos positivos, como favorecer la concentración y el estado de alerta. Pero un consumo excesivo sí puede ser perjudicial.

¿Cuánto es lo recomendable?
En los EE.UU. no hay una normativa de parámetros de consumo de cafeína en los niños (el lobby de las bebidas y golosinas es muy poderoso). Canadá, por su parte, sí maneja los siguientes límites: 2.5 mg de cafeína por kilo. Es decir, para un niño o niña entre los 4 y 6 años, no deberían consumir más de 45 mg de cafeína al día; entre los 7 y 9, 62.5 mg; y entre 10 y 12, 85 mg. Una persona de 50 kilos no debería superar los 125 mg; el límite para un adulto son 400 mg.

Pero el café no es el —principal— problema
La cafeína no la consumimos solo del café. La bebidas gaseosas y energizantes, así como ciertas golosinas (helados, chocolates), contienen mucha cafeína: una lata de cola contiene el consumo máximo para niños de 4 a 6 años, lo mismo que media taza de café. Y sumado al consumo de cafeína, se encuentran el exceso de azúcar que contienen esta bebidas, todo lo cual tiene efectos nocivos para los niños y niñas, no solo en su salud física; también psicológica. La cafeína y azúcar están asociadas a la falta de sueño (insomnio), hípertensión y problemas nerviosos, así como la absorción de calcio, que es clave para la formación de los huesos, ni qué decir de la obesidad.

Por eso, los especialistas recomiendan evitar en lo posible el consumo frecuente de café en niños y niñas. Media tacita de vez en cuando no hace daño; pero el consumo frecuente, regular, se recomienda luego de los 17 o 18 años, y siempre con precaución, porque, aunque es una bebida socialmente aceptada, sigue siendo un estimulante adictivo.
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