¿El tomate es una fruta o una verdura?

Con su aspecto colorido y su sabor dulce y ligeramente ácido, la clasificación del tomate es frecuente objeto de un debate. ¿Si es una fruta por qué siempre se vende junto a las verduras? En este artículo, nos adentraremos en los fundamentos científicos y culinarios que nos permiten arrojar luz sobre este enigma de manera más precisa.

El tomate sí es una fruta

Según la información del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), el tomate se clasifica como una fruta desde la perspectiva botánica. Esto se debe a que, en sentido estricto, cumple con los criterios de tener al menos una semilla y desarrollarse a partir de la flor de una planta.

El término "verdura", mientras tanto, se emplea en botánica de manera más amplia para referirse a otras partes comestibles de la planta, como raíces, tallos y hojas.

Tomatero   Tomatero

Pero el tomate también es una verdura

Sin embargo, el mencionado organismo también indica que en el ámbito culinario, el tomate puede ser clasificado como una verdura, teniendo en cuenta características como el sabor y la textura.

En términos culinarios, una verdura comúnmente posee una consistencia más firme y frecuentemente se cocina en platos como estofados, sopas o salteados. Mientras que, una fruta presenta una textura más suave, suele ser dulce o ácida y a menudo se consume cruda o en postres y mermeladas.

Los tomates pueden ser jugosos y dulces, y se pueden disfrutar en su estado natural, pero también se emplean en preparaciones saladas, lo que lleva a clasificarlos generalmente, y en un sentido más amplio, como verdura.

El tomate puede ser clasificado como una verdura   El tomate puede ser clasificado como una verdura

Tomate: fruta y verdura

El EUFIC destaca la importancia de ambas clasificaciones y su coexistencia. La clasificación botánica, por ejemplo, es valiosa al explorar el origen de los tomates, permitiendo la identificación de distintas variedades y la comprensión de los métodos de cultivo y recolección.

Por otro lado, la “definición culinaria” resulta más práctica y beneficiosa para los cocineros, nutricionistas y el público en general, pues, más allá de la taxonomía científica, esta se enfoca más en el uso cotidiano. Por ejemplo, la sandía, el pepino y la calabaza comparten la misma clasificación botánica, pero sus usos y aportes nutricionales difieren mucho. Para el usuario común resulta más práctico encontrar el pepino en la sección de verduras del supermercado que junto a las frutas.

Cómo saber si un alimento es una fruta o una verdura

Si adoptamos un enfoque riguroso, reconoceremos que cualquier producto resultante del desarrollo de la flor tras la polinización y que tiene una semilla se puede considerar como una fruta. Por otro lado, el concepto de verdura abarca cualquier parte comestible de una planta que no sea su fruto y que se consume habitualmente. Las verduras pueden comprender raíces, tallos e incluso flores, siempre y cuando sean aptas para el consumo humano. Por ende, al ingerir las raíces, tallos u hojas de cualquier planta, se considera que estamos ingiriendo verduras.

Frutas y verduras   Frutas y verduras

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