Adiós al pollo seco: por qué deberías añadir vinagre cuando lo freís en sartén
Un truco sencillo que usan los chefs para lograr una pechuga jugosa, dorada y con mejor sabor.


¿Sabías que un chorrito de vinagre puede cambiar por completo la textura del pollo? Aunque suene raro, este truco está ganando terreno en redes sociales y entre cocineros caseros. La nutricionista española Blanca García-Orea, conocida en Instagram como @blancanutri, reveló que el vinagre —especialmente el de manzana sin filtrar— no solo mejora el sabor, sino también la cocción y la digestión del pollo.
Cuando se añade una pequeña cantidad de vinagre en la sartén, el ácido acético ablanda las fibras de la carne, permitiendo que se cocine más rápido y quede tierna sin perder jugosidad. Además, ayuda a eliminar restos de bacterias superficiales que pueden sobrevivir en las carnes mal lavadas.
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Qué pasa al poner vinagre en la sartén
El vinagre actúa de dos maneras:
- Reacciona con las proteínas del pollo, rompiendo parte de las fibras musculares y suavizando la textura.
- Evita que el aceite salpique excesivamente, ya que el ácido reduce la tensión superficial de la grasa caliente.
Este método también aporta un toque aromático que neutraliza el olor fuerte del pollo, ideal cuando se fríe sin condimentos. Por eso, muchos cocineros recomiendan agregar apenas una cucharadita al inicio o durante la cocción.
Beneficios del vinagre de manzana según la ciencia
Más allá del sabor, el vinagre de manzana sin filtrar tiene efectos positivos comprobados en la salud, siempre que se consuma con moderación:
- Regula los niveles de azúcar en sangre, según estudios publicados en Diabetes Care, gracias al ácido acético que enlentece la absorción de glucosa.
- Favorece la digestión, ya que aumenta la acidez del estómago y mejora la descomposición de los alimentos.
- Aporta bacterias beneficiosas (como las del género Acetobacter) que fortalecen la microbiota intestinal.
- Es antioxidante y antimicrobiano natural, ayudando a conservar los alimentos por más tiempo.
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Qué tipo de vinagre conviene usar
0o todos los vinagres son iguales. La nutricionista recomienda evitar los vinagres balsámicos para cocinar, ya que contienen azúcares añadidos. En cambio, el ideal es el vinagre de manzana sin filtrar, fácilmente reconocible por su tono turbio. Este tipo conserva la “madre del vinagre”, una colonia natural de levaduras y bacterias saludables.
Si quieres aprovechar sus beneficios, puedes usarlo de dos formas:
- Durante la cocción, para suavizar la carne y realzar el sabor.
- En ayunas o antes de comer, diluyendo una cucharada en medio vaso de agua (según la recomendación de especialistas).
Cuándo NO consumir vinagre
Aunque el vinagre tiene múltiples beneficios, no es apto para todos. Las personas con reflujo gastroesofágico severo, úlceras o inflamación de garganta deberían evitarlo, ya que el ácido puede irritar las mucosas. Quienes tienen gastritis leve o crónica pueden consumirlo sin problema, siempre que no haya reflujo activo ni molestias.
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