Este es el electrodoméstico que tienes en casa y contiene oro de 22 quilates
Este aparato se encuentra en muchos hogares y es muy útil en la preparación de los alimentos. Además, contiene un metal de alto valor.


Hay algo que muchas personas no imaginan y es que en la cocina de la mayoría de hogares hay un pequeño tesoro escondido: oro de 22 quilates. Uno de los electrodomésticos más comunes guarda en su interior este valioso metal, aunque la mayoría lo pasa por alto sin saberlo. Hoy en día, gran parte de los aparatos electrónicos incluyen oro en sus componentes gracias a sus increíbles propiedades: conduce la electricidad y no se oxida. Con el procedimiento adecuado, este metal puede extraerse y convertirse en una interesante fuente de ingreso.
El electrodoméstico que contiene oro de 22 quilates
El microondas, ese aparato guarda en su interior algo mucho más valioso de lo que parece: oro de 22 quilates. Esto significa que el metal tiene una pureza del 90 %, compuesto por 22 partes de oro auténtico y solo 2 de otros metales como cobre o plata. Este material se encuentra principalmente en los circuitos del panel de control del equipo. Aunque la cantidad es mínima, se puede obtener a través de procedimientos químicos complejos que requieren herramientas especializadas.

¿Por qué algunos electrodomésticos contienen oro de 22 quilates?
Aunque comúnmente asociamos el oro con joyas y lujo, este metal también cumple un rol esencial en la industria tecnológica. Más allá de su valor estético, el oro es muy apreciado en el mundo de la electrónica por sus características únicas, que lo convierten en un material ideal para fabricar componentes internos en diversos dispositivos.

Uno de sus principales atributos es que es un excelente conductor eléctrico, lo que permite que la energía fluya de manera constante y sin pérdidas. Además, resiste muy bien la corrosión y el desgaste, por lo que no se oxida fácilmente ni se deteriora con el tiempo, incluso en ambientes húmedos o al estar en contacto con productos químicos. También destaca por su gran maleabilidad y ductilidad, lo que significa que puede moldearse en láminas muy delgadas o hilos extremadamente finos, perfectos para ensamblar circuitos precisos. Por si fuera poco, su baja resistividad ayuda a reducir la pérdida de energía en forma de calor, algo clave en aparatos que manejan señales de alta frecuencia.
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