Los 7 errores más comunes al freír alimentos y cómo arruinan tus platos

¿Sabes cuáles son los errores que la mayoría comete al freír los alimentos? Aquí te lo contamos.

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    Los 7 errores más comunes al freír alimentos y cómo arruinan tus platos

    Pese a la popularidad de la técnica de la fritura, es común que al aplicarla cometamos algunos errores que afectan el resultado final. A continuación, presentamos una lista de los desaciertos más frecuentes al hacer freír nuestros alimentos.

    1. No usar la cantidad adecuada de aceite

    Para alcanzar una fritura de alta calidad hay que utilizar la cantidad apropiada de aceite. Los alimentos se cocinan de manera más eficiente al sumergirse completamente en el aceite, absorbiendo una menor cantidad del mismo.

    Esta práctica garantiza que los alimentos sean más ligeros y crujientes, evitando que adquieran una textura grasosa o blanda. Ajusta la proporción siguiendo esta norma: diez veces el peso de la comida. Se recomienda emplear al menos un litro de aceite.

    Hay que utilizar la cantidad apropiada de aceite   Hay que utilizar la cantidad apropiada de aceite

    2. No elegir bien la sartén

    Un error muy común al freír alimentos es utilizar sartenes con bordes demasiado bajos. Para lograr frituras exitosas, como ya lo dijimos, es esencial contar con una cantidad adecuada de aceite, lo que implica que la sartén utilizada debe tener bordes altos. De esta manera, los alimentos permanecerán completamente sumergidos en el aceite. En el caso de sartenes con bordes bajos, existe el riesgo de que la fritura no sea homogénea, que el alimento absorba mucha grasa y, además, que el aceite salpique y cause quemaduras.

    3. Freír a una temperatura inadecuada

    La temperatura ideal para lograr una fritura óptima, tanto desde el punto de vista culinario como nutricional, se sitúa antes de los 170 ºC, según expertos. En este punto, los alimentos absorben menos cantidad de aceite y adquieren una textura más crujiente. Es esencial mantener esta temperatura, ya que temperaturas más bajas provocan que las frituras absorban más aceite, resultando en una textura blanda, mientras que temperaturas demasiado altas generan un exterior demasiado cocido con un interior crudo, además, pasados los 180ºC el aceite empieza a quemarse y se vuelve nocivo para la salud.

    Para verificar la temperatura del aceite sin un termómetro de cocina, se pueden observar las señales visuales y auditivas. Cuando el aceite se está calentando en la sartén, aparecerán ligeras ondas. En ese momento, se puede probar echando un poco de pan; si este se dora y presenta burbujas alrededor, indica que el aceite ha alcanzado la temperatura adecuada para freír cualquier alimento. Las burbujas se originan a partir del vapor liberado durante el proceso de fritura, indicando un aumento de temperatura, mientras que el distintivo chisporroteo señala que la fritura está en curso.

    Pasados los 180ºC el aceite empieza a quemarse y se vuelve nocivo para la salud   Pasados los 180ºC el aceite empieza a quemarse y se vuelve nocivo para la salud

    4. Freír alimentos fríos o húmedos

    Si introducimos alimentos muy fríos, al sumergirlos, haremos que la temperatura disminuya, lo cual dará lugar a la absorción de una mayor cantidad de aceite. Por otro lado, los alimentos húmedos harán que el aceite salpique y, además de ensuciar, ocasione quemaduras.

    5. Freír alimentos muy grandes

    Con trozos de considerable tamaño, existe la posibilidad de que se cocinen por fuera pero permanezcan crudos en su interior. Por esta razón, es recomendable evitar la fritura de alimentos grandes, es mejor freír por partes, con cortes de tamaño homogéneo.

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    6. Echar sal al momento de freír

    Se recomienda salar los alimentos una vez fritos y aún calientes, ya que al agregar sal durante la fritura, parte de esta puede caer en el aceite caliente, acumularse en el fondo de la sartén y acelerar el deterioro del aceite. Este efecto podría comprometer la calidad de las frituras siguientes, haciéndolas más perjudiciales para la salud. Además, salar los alimentos antes o durante la fritura provoca que la sal se disuelva, lo que conduce a la pérdida de la textura crujiente de los alimentos.

    7. Cubrir los alimentos después de freírlos

    Aunque la tentación de tapar los alimentos fritos sea fuerte, es esencial resistirse a esta práctica. Esto puede ocasionar una capa de humedad en algunos alimentos después de freírse, lo que podría afectar la textura crujiente de la fritura.

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