Cómo reducir el consumo de energía del refrigerador: guía práctica para pagar menos luz

Reducir el consumo de energía del refrigerador es clave para pagar menos luz y alargar la vida del electrodoméstico. Con ajustes simples es posible disminuir hasta un 20% del gasto eléctrico mensual y hacer que el refrigerador funcione de manera más eficiente.

Abrir menos la puerta del refrigerador reduce el consumo de energía y mantiene estable la temperatura interna.

Karla Morales

El refrigerador puede representar hasta el 20% del consumo eléctrico del hogar, según estimaciones de organismos de energía en Latinoamérica. Por eso, optimizar su uso y elegir el modelo adecuado puede generar un ahorro considerable en la factura y contribuir a un hogar más sostenible. A continuación, te explicamos qué hacer, por qué funciona y cómo elegir un refrigerador realmente eficiente.

Únete a nuestro canal de Whatsapp

¿Por qué el refrigerador consume tanta energía?

A diferencia de otros electrodomésticos, el refrigerador funciona las 24 horas del día. Su motor enciende y apaga constantemente para mantener la temperatura estable, y cualquier variación —como abrir la puerta o bloquear la circulación de aire— obliga al aparato a trabajar más. Además, factores como la ubicación, la limpieza y el estado de las gomas de las puertas pueden elevar el gasto sin que el usuario se dé cuenta.

PUEDES VER: Elimina los malos olores de tu refrigeradora con este sencillo truco

Los refrigeradores no frost evitan la acumulación de hielo, lo que mejora el rendimiento del motor.

Hábitos que reducen el consumo eléctrico del refrigerador

Mantén la puerta cerrada el mayor tiempo posible
Cada vez que se abre la puerta, el aire frío sale y el aparato debe enfriar desde cero. Esto puede aumentar el consumo entre 5% y 10% dependiendo de la frecuencia de apertura. Abrir solo cuando sea necesario es un gesto simple, pero impactante.
Ajusta las temperaturas recomendadas
Para un funcionamiento óptimo, los expertos sugieren: Refrigerador: 4 °C a 5 °C y Congelador: –18 °C. Temperaturas más bajas no conservan mejor los alimentos, pero sí elevan la factura eléctrica.
Ordena bien el interior: no bloquees el flujo de aire
Los refrigeradores dependen de corrientes internas de aire frío. Si las salidas están tapadas con envases o bolsas, el motor se esfuerza más. Mantener un orden básico y evitar llenar hasta el tope ayuda a mejorar la eficiencia.
Ubica el refrigerador lejos del calor
Instalarlo junto a la cocina, el horno o una ventana con sol directo puede elevar su consumo hasta un 15% adicional. Lo ideal es ubicarlo en un espacio ventilado y dejar 10 cm de distancia entre la pared y la parte trasera para que el motor respire.
Mantén un nivel de llenado equilibrado
Ni vacío ni saturado. Un refrigerador con contenido moderado conserva mejor el frío porque los alimentos ayudan a estabilizar la temperatura interna.
Limpia y revisa el motor periódicamente
El polvo acumulado en la parte trasera aumenta el calor y obliga a trabajar más al compresor. Una limpieza semestral —con aspiradora o paño seco— mejora la ventilación. Dentro del refrigerador, retirar escarcha y limpiar bandejas cada mes prolonga la vida útil y reduce averías.