El pastel de limón sin horno, fácil y listo en minutos
No necesitas ser chef ni encender el horno para preparar uno de los postres más deliciosos.
Karla Morales
Si hay un postre que combina frescura, dulzura y practicidad, es el pastel de limón sin horno. Este postre frío conquista por su textura cremosa y su sabor cítrico irresistible. Lo mejor es que se prepara con ingredientes sencillos que probablemente ya tienes en casa como galletas, mantequilla, leche condensada y, por supuesto, limón.
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Un postre que no necesita horno
Esta versión del pastel de limón destaca por su preparación sin cocción. Solo necesitas una licuadora, un molde y un refrigerador. A diferencia de otras tartas o pies que requieren horneado, aquí todo el sabor viene del limón natural, que actúa como espesante al reaccionar con la leche condensada, dando como resultado una crema firme, suave y ligeramente ácida.
Ingredientes
- 200 g de galletas de vainilla o de soda.
- 100 g de mantequilla derretida.
- 1 lata de leche condensada (aprox. 395 g).
- ½ taza de jugo de limón fresco (unos 3 limones).
- Ralladura de limón al gusto.
- 200 ml de crema de leche o crema batida (opcional para más suavidad).
- Gelatina sin sabor (opcional si quieres una textura más firme).
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Paso a paso: cómo preparar el pastel de limón sin horno
- Prepara la base:
Tritura las galletas hasta obtener un polvo fino y mézclalo con la mantequilla derretida. Vierte esta mezcla en un molde, presiona con una cuchara y refrigera por 10 minutos. - Haz el relleno cremoso:
En una licuadora, mezcla la leche condensada, el jugo de limón y la ralladura. Si deseas una textura más aireada, incorpora también crema de leche o crema batida. El limón hará que la mezcla espese naturalmente. - Monta el pastel:
Vierte el relleno sobre la base de galletas y lleva el molde al refrigerador durante al menos 4 horas o hasta que cuaje completamente. - Opción extra – Gelée de limón:
Para un toque más gourmet, puedes preparar una capa superior con jugo de limón, azúcar y gelatina sin sabor. Una vez tibia, viértela sobre el pastel ya frío y refrigera nuevamente hasta que cuaje.
Tips:
- Sirve el pastel bien frío, decorado con rodajas de limón o ralladura fresca. Puedes acompañarlo con frutos rojos, crema batida o menta para resaltar el contraste ácido-dulce.
- Se conserva en la refrigeradora hasta 3 días, manteniendo su sabor y textura intactos.
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