Freidora de aire: los mejores trucos para ahorrar en el recibo de luz
Descubre cómo aprovechar al máximo tu freidora de aire con estos trucos que te ayudarán a gastar menos energía.


La freidora de aire es un electrodoméstico moderno que se ha convertido en un aliado en la cocina por su facilidad de uso y rapidez para cocer los alimentos. Muchos lo utilizan a diario, pero este hábito puede hacer que el costo de la energía incremente por su potencia para calentar. Por ello, en esta nota te compartimos algunos consejos para sacarle más provecho y ahorrar en tu factura de luz.
Freidora de aire: trucos para ahorrar en el recibo de luz
Precalienta la freidora de aire
La freidora de aire debe alcanzar la temperatura adecuada antes de colocar los alimentos. Si está fría, enciéndela unos minutos para que se caliente mientras preparas los ingredientes. Ten en cuenta que algunos de estos electrodomésticos incluyen una opción de programa de precalentamiento automático.

Usa el aceite
Para freír los alimentos, vierte una o dos cucharadas de aceite y obtendrás resultados dorados y crujientes. Esto aplica para las papas, la carne, el pollo, pescado, entre otros. Se recomienda usar aceite en spray y aplicar tres toques sobre la comida. Si omites este producto, los alimentos pueden quedar resecos o con una textura dura, difícil de comer.

No llenes la cesta
Teniendo en cuenta que la freidora de aire funciona a través de la circulación de aire caliente, no conviene sobrecargarla porque al estar un alimento encima de otro, solo lograrás que se cocine la parte superior. En casos graves, puede quemarse si está muy cerca de la resistencia, mientras que al fondo quedará completamente crudo. Lo mejor es dejar vacíos entre alimentos y si estás cociendo verduras o papas, retíralas hasta que la capa superior esté dorada y después agita la cesta para que las piezas de abajo suban para conseguir una cocción uniforme.

Mantenlo limpio
Cuando el interior de la freidora de aire está sucio, se limita una correcta circulación de aire caliente, lo que puede causar que los alimentos demoren en cocinarse y por ende requiera de más tiempo y más uso de energía. Para evitarlo, límpialo con frecuencia y utiliza recipientes de silicona o aluminio para que los jugos naturales del pollo, la carne, entre otros, no se dispersen por toda la cesta.

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