Chef peruano recuerda su amistad con el papa Francisco: “Le gustaba el lomo saltado y el chaufa"
Un cocinero chiclayano contó cómo conoció al papa Francisco antes de que fuera elegido pontífice y revela sus platos peruanos favoritos.
Evelyn Camarena
Tras el reciente fallecimiento del papa Francisco, un relato peruano ha conmovido a muchos. Un chef chiclayano se animó a compartir uno de sus preciados recuerdos sobre la relación cercana y humana que tuvo con Jorge Bergoglio, años antes de convertirse en el líder de la Iglesia Católica. Entre esas vivencias, narró cómo el sumo pontífice llegó a probar parte de la gastronomía peruana.
La amistad entre el chef peruano y el papa Francisco
Brian Sánchez Montijo, un cocinero natural de Chiclayo, expresó su tristeza por la noticia del papa Francisco durante una entrevista con América Noticias desde el Lambora, su restaurante en su tierra natal. “Nos ha dejado una gran tristeza. Lo conocí cuando aún no era papa, y fue una persona realmente única”, expresó.
Brian contó que conoció a Francisco en Buenos Aires, Argentina, cuando aún no era sacerdote. Específicamente iniciaron su amistad en el barrio Padre Ricciardelli, un lugar donde se encontraban parroquias y comedores populares. Sánchez recuerda que se desempeñaba como asesor de cocina para la Organización No Gubernamental (ONG) María Teresa de Calcuta vinculada a la parroquia, y Bergoglio era uno más del equipo.
“Llegaba la mercadería y él cargaba como cualquiera. Comía con nosotros. Estaba siempre con las madres, enseñándoles sobre trabajo en equipo y empoderamiento”, recordó Brian. Incluso vivían cerca: “Mi casa estaba a dos cuadras de la iglesia donde trabajaba. A veces tomábamos mate al costado de la canchita mientras los chicos jugaban”, mencionó. Hasta que llegó el día en que ese vecino amable y caritativo se convertiría en papa. “Se fue a Roma para un encuentro… y nunca más volvió. Luego supimos que se convirtió en el sumo pontífice”, contó.
La vez que el papa Francisco probó la gastronomía peruana
Brian tuvo la oportunidad de aplicar sus habilidades culinarias y preparar platillos peruanos para el papa Francisco, quien quedó maravillado con su sazón. “Le cociné chaufa y lomo saltado. Le encantaron. Me dijo: ‘Esto es una barbaridad’. El cebiche no pude prepararle porque el limón no era igual, pero quedó encantado”, recordó entre sonrisas. Sin embargo, el plato favorito del papa era otro: la polenta con tuco. “Y cada 29, sí o sí, hacíamos ñoquis”.
Para el chef chiclayano, el papa Francisco representa humildad. “Él no tenía grandes privilegios, pero su sencillez lo llevó a lo más alto”. Su testimonio es una de las tantas muestras de cuánto marcó Jorge Bergoglio a quienes lo conocieron de cerca. “Fue uno más, pero dejó una huella que no se borra”, afirmó.
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