Este es el secreto para cocinar la pasta sin aceite y evitar que se pegue

La pasta es un producto que empleamos en sopas, ensaladas o con salsas; sin embargo, a pesar de ser un alimento recurrente en nuestra mesa, no siempre solemos prepararla de la forma correcta. Una práctica innecesaria, por ejemplo, es agregar un chorrito de aceite durante la cocción del agua. “Es para que no se peguen los fideos”, manifiestan los que realizan esta práctica. Pero, ¿tienes idea de por qué no deberías utilizar este método? Acá te lo explicamos.

En primer lugar, recuerda que la pasta está hecha de harina de trigo, agua y sal; aunque, en ocasiones, contiene también huevo u otros ingredientes. En esta mezcla, además, está presente una sustancia que proviene de los cereales y permite la cohesión de la masa: el gluten. El caso es que cuando la pasta ingresa al agua hirviendo, empieza a absorber el líquido y, en este proceso, la capa de gluten (de la superficie) se quiebra; por ello, el agua cambia de color y se torna blanquecina. Acto seguido: los fideos empiezan a pegarse unos a otros.

Pero, ¿cómo evitar que se pegue la pasta?

La respuesta es más sencilla de lo que imaginas y está relacionada con la cantidad de agua destinada a la cocción. Es decir, cuando cocinamos los fideos con muy poca agua, las piezas de la pasta se juntan demasiado formando una masa pegajosa y espesa. Es en ese momento donde se hace necesario agregar un poquito de aceite al agua, o a los fideos recién escurridos, para intentar separarlos.

Esto significa que, si quieres obtener una pasta bien hecha, el secreto es cocinarla en abundante agua. Para una cocción correcta, lo ideal es que la proporción de agua sea 10 veces el peso de la pasta. Es decir, para 500 gramos de pasta necesitarás 5 litros de agua hirviendo. Lo que debes lograr es que la pasta absorba la cantidad necesaria de agua durante el tiempo adecuado. Respecto al tiempo de cocción, se estima que 10 minutos es el intervalo promedio; no obstante, lo recomendable es fijarse en las indicaciones del envase.

Ahora que conoces este dato, en tu próxima preparación destina abundante agua para la preparación de la pasta. Por cierto, no olvides remover con cierta frecuencia para ayudar a que las piezas se mantengan separadas.

Tres problemas al agregar aceite

Añadir aceite a la cocción de la pasta puede generar los siguientes resultados: 1) hará que la pasta absorba grasa no deseada, 2) impedirá que se impregne el sabor de las salsas y 3) se vertirá agua contaminada en el lavadero.

El punto recomendado

Lo ideal es que cocines la pasta al dente para conservar su textura y evitar que –debido al exceso de cocción– aumente su índice glucémico; lo cual, es dañino para la salud, sobre todo de aquellos que sufren enfermedades como la diabetes.

El toque de sabor

No olvides agregar –cuando rompa el hervor– dos cucharaditas de sal por cada litro de agua. Eso ayudará a que la sal se disuelva completamente y le dará un sabor especial a la preparación.

Recuerda: apagar el fuego no te asegura que finalice el proceso de cocción de la pasta. El agua caliente, incluso si no está hirviendo, continuará cocinando los fideos. Por eso, cuela la pasta de inmediato y nunca la dejes reposar en agua caliente.