¿Cómo limpiar la pota?

Toma nota de estos dos simples pasos para quitarle a la pota esa acidez característica y dejarla lista para usar.

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    pota

    La pota es un producto noble, aunque algunos aún se resisten a comprarla. Lo que muchos no saben es que, cuando piden chicharrón de calamar en una cevichería (fíjate en estos deliverys), es probable que estén comiendo pota. Se trata, de hecho, de un producto mucho más económico que su hermano menor —en tamaño—: el calamar. Pero ¿por qué los prejuicios contra este insumo noble y nutritivo?

    Chicharrón de pota, ¡un plato facilito!   Chicharrón de pota, ¡un plato facilito!

    La pota

    Conocida como calamar gigante, la pota (Dosidicus gigas) es un molusco de la clase cefalópodo. Se caracteriza por tener un manto grande y largo, con dos aletas romboidales. En su base tiene cuatro pares de brazos y un par de tentáculos. Su tiempo de vida es de un año, con un crecimiento rápido. Se alimenta de peces y crustáceos pequeños, incluyendo calamares. 

    La extracción de pota se realiza actualmente en su totalidad por la pesca artesanal, por lo que genera empleo a pescadores y estibadores, así como a personal a cargo de la preparación del molusco para su venta. En la producción pesquera mundial, la pota es el único molusco que se encuentra dentro de las 25 principales especies de pesca.

    Luchando contra los prejuicios

    Anillos de pota listos para ser cocinados.   Anillos de pota listos para ser cocinados.

    Mucha gente no consume pota porque es un producto muy económico (paradójico, ¿no?), porque no sabe cómo usarlo en la cocina (trabajoso), y porque tiene un sabor un poco invasivo, por no decir intenso. Efectivamente, la pota tiene una acidez que no resulta muy agradable, pero que si se procesa correctamente, se puede eliminar fácilmente. De ahí a un chicharrón, dista solo un arrebozado.

    ¿Cómo prepararla? 

    Cuando uno compra pota, suele encontrarla fresca o congelada, ya previamente trozada. De hecho, es posible encontrarla precocida, para lo cual ya no será necesario tratarla para eliminar su acidez (la venden lista). 

    En caso contrario —producto fresco—, el proceso es muy simple. Lo que vamos a recibir al comprar pota son trozos de su manto, unas láminas de distinto tamaño —unos 30 x 30 cm— que pueden tener hasta un par de centímetros de espesor. Lo que no se debe hacer, en todo caso, es suavizar esa carne a punta de golpes de mazo, porque esa parte del cuerpo no tiene músculos. Tampoco es necesario cocinarla demasiado tiempo, porque se pondrá como un corcho

    Si tienes la lámina fresca, solo son necesarios unos 60 segundos en agua hirviendo, e inmediatamente pasarlo a agua helada por un tiempo similar, para cortar la cocción. También puedes cortar la pota en trozos del tamaño que vas a usar (tiras, cuadrados), y sumergirlos por apenas unos 5-6 segundos, primero en agua hirviendo y luego en agua fría. Con eso será suficiente. Una pota lista para usar y con la cocción en su punto. 

    Como ves, la pota es súper fácil de tratar. Y tú, ¿qué plato te provoca hacer con pota?

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