El secreto para preparar el huevo pasado perfecto
No es lo mismo un huevo pasado que uno duro. Aprende qué pasa con los huevos a medida que pasan los minutos en la olla para que siempre estén como te gustan.
El huevo es uno de los alimentos más sanos, nutritivos y accesibles que hay. Además, te sacan de apuros rápidamente. Basta poner unos huevos en una olla con agua y esperar. Pero, ¿sabes en qué momento debes sacarlos para que estén pasados, o a medio cocer, o completamente duros? No te preocupes, acá te lo decimos para que siempre estén como te gustan.
Para empezar, hay que hacer dos pasos previos antes de cocinar los huevos. Primero, tener los huevos a temperatura ambiente. Si los tienes en el refrigerador, sácalos unos 20-30 minutos antes para que se temperen. Segundo, lleva el agua de la olla a 80-85 grados centígrados. Claro, ¿cómo haces eso sin un termómetro de cocina? No es para nada difícil: calienta el agua hasta que empiecen a aparecer las burbujitas a los lados. Ese es el punto en que deben cocerse los huevos. Así evitarás que se quiebre la cáscara y aparezcan los hilos de clara cocida por todos lados. Si no tienes tiempo para controlar la temperatura, hazla hervir y antes de meter los huevos, échale un chorro de agua fría para llevarla nuevamente por debajo del punto de ebullición.
Cuestión de tiempo para la cocción del huevo
La cocción de los alimentos tiene una base matemática basada en una ecuación con tres factores: masa, temperatura y tiempo. Si la temperatura es constante, los puntos de cocción dependerán del tamaño/peso de la masa y del tiempo que se cocine. Casi todos los huevos tienen una masa similar. Si consumes los yumbo –o extra grandes o doble yema–, deberás darles un tiempo extra para agarrar el punto exacto, pero no debe ser más de uno o dos minutos.
Ten presente, además, que unos segundos pueden hacer la diferencia entre una experiencia sublime y una catástrofe mundial. Así que depende de ti que encuentres el punto exacto de máximo placer. Recuerda que entre que los sacas de la olla y los empiezas a comer, los huevos seguro se seguirán cocinando. Si vas a usarlos para coronar una ají de gallina, por ejemplo, ponlos en agua fría apenas los saques de la olla para cortar la cocción y evitar que se sigan cocinando con el calor contenido.
Huevos pasados
Empecemos desde el punto menos cocido hasta el más cocido. Desde que los huevos entran al agua (a 80-85°), calcula entre 3 y 6 minutos. Sí, es un rango muy amplio, pero dependerá de ti decidir como te gustan. A partir del minuto 2, la clara se empieza a cuajar, mientras que la yema, aunque se mantiene líquida, estará más suelta o más densa. En este video puedes ver el paso a paso para preparar uno.
Huevos duros
A partir del minuto 7 la yema empieza a cuajar. Hay quienes los prefieren así, con la yema con centro húmedo. El punto de cocción del llamado huevo duro es en el minuto 10. Luego de eso, a partir del 12, la yema adquiere una textura que, al tocarla o querer cortar, se deshace. Nuevamente, ya depende cómo quieras el huevo.
Un detalle más. ¿Has visto alguna vez huevos duros con la yema color gris? Eso pasa porque pasados los minutos los huevos tiene cambios en su composición: las proteínas de la clara se degradan y producen sulfuro de hidrógeno, que al mezclarse con el hierro de las yemas adquieren ese color. Sin embargo, el huevo sigue teniendo los mismos nutrientes. Así que no te preocupes.
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