5 consejos para cocinar los espárragos deliciosos

Toma nota de estas cinco formas de cocinar espárragos para que siempre te queden en su punto: crujientes y jugosos.

    Únete al canal de Whatsapp de Buenazo
    esparragos

    Los espárragos han sido protagonistas del boom agroexportador de hace 20 años. Un cultivo muy apreciado en el mercado internacional por sus cualidades, tanto de sabor como de nutrientes: un tallo sabroso, con mucha fibra y minerales. Por eso, es muy importante aprender a cocinarlo correctamente (mira esta nota sobre la cocción de los huevos), para que aprovechemos al máximo sus propiedades y nos queden siempre en su punto: crujientes y firmes. 

    Hay hasta dos tipos de espárragos, que son los más comunes en el mercado: 1) los blancos, que suelen venir cocidos en frascos con salmuera; y 2) los frescos, de los cuales suelen haber dos subtipos: unos delgados y otros gruesos. La única diferencia entre estos es que el primero, por ser más delgado, toma menos tiempo en cocinarse. A ambos, eso sí, hay que eliminarles la base (unos 4 cm), ya que esa parte suele ser muy fibrosa y sin sabor. A los más gruesos, además, puedes pasarles el pelador en la parte baja para quitarle un poco de fibra y sea más fácil comerlos. Ahora bien, ¿cómo cocinarlos?

    Dos tipos de espárragos: blancos y verdes.   Dos tipos de espárragos: blancos y verdes.

    1. Cocidos

    En una olla con agua hirviendo, coloca los espárragos entre 3 y 5 minutos (dependiendo del grosor), e inmediatamente después, colócalos en un recipiente con agua helada, para cortar su cocción. La idea es que los espárragos siempre queden crujientes y firmes. 

    Una vez cocidos, deben ir directo a un recipiente con agua fría para cortar la cocción.    Una vez cocidos, deben ir directo a un recipiente con agua fría para cortar la cocción.

    2. Sartén 

    Un chorrito de aceite de oliva y nada más, sal y pimienta. Evita, eso sí, el fuego muy alto, para que no se quemen y cómelos al instante, porque, como tienen aceite y están sazonados, pasarlos por agua les quitaría sabor. Un par de minutos por lado y listo. Recuerda: deben quedar firmes. 

    Fritos salen listos para comer.    Fritos salen listos para comer.

    3. Horno

    La cocción en el horno se recomienda especialmente si tienes un volumen considerable de espárragos. A menos que uses los hornos pequeños. También se puede usar en caso quieras preparar los espárragos de alguna forma específica: envueltos en tocino, por ejemplo, o junto a otras verduras. Usa una bandeja y pásale una capita de aceite para evitar que se pegue. Horno precalentado a 180 grados, y apenas 5.

    En una bandeja con aceite y sazonados quedan listos para comer.   En una bandeja con aceite y sazonados quedan listos para comer.

    4. Vapor

    Este método es muy recomendado porque deja al espárrago intacto, con su color y sabor inalterados. Lo único que hay que controlar es el tiempo. Como todo depende del grosor del espárrago que quieras cocinar, puedes ir probando a los 3 o 5 minutos. Al igual que con la cocción en agua, después de su baño en vapor, hay que colocarlos en agua fría para cortar la cocción. 

    Al vapor, los espárragos mantienen sus propiedades íntegras.   Al vapor, los espárragos mantienen sus propiedades íntegras.

    5. Parrilla

    Cuando salen de la parrilla, hay que consumirlos al instante. Fíjate que el fuego no esté muy alto, para que no se quemen. La gracia de la parrilla es que ganen sabor con las brasas. Ahí, quien controle la parrilla deberá cuidar que no se pase la cocción. 

    Es la cocción más delicada, por la fuerza del fuego. Hay que evitar que se quemen.   Es la cocción más delicada, por la fuerza del fuego. Hay que evitar que se quemen.

    Ya sabes: el secreto de unos buenos espárragos es que no se pase su cocción, para que se mantengan firmes y crujientes; salvo que quieras hacer un crema o salsa. 

    Si te gustó esta nota, te recomendamos estas otras:

    10 recetas caseras con papa que te encantarán
    video Buenazo de la semana
    Aquí