¿Cuál es la mejor hora para tomar desayuno si tienes diabetes o hipertensión?
Tener un horario de comida estable ayuda a regular la presión y los niveles de glucosa en sangre.


Establecer una rutina de comida es importante, ya que permite que el cuerpo esté estable y fuerte para prevenir enfermedades como la hipertensión y la diabetes, dos condiciones que afectan a un gran porcentaje de peruanos. El Ministerio de Salud (MINSA) y el Seguro Social de Salud (ESSALUD), señalaron que estas patologías han ido incrementando en los últimos años debido a factores como el sedentarismo, una dieta inadecuada y el estrés.
En base a ello, hay diversos alimentos que se deben consumir y otros evitar. Sin embargo, muchos ignoran que el horario en el que ingieren las comidas, principalmente el desayuno, puede impactar en los niveles de glucosa y la presión arterial, perjudicando o mejorando la calidad de vida de quienes viven con estas enfermedades.
¿Cuál es la mejor hora para tomar desayuno si tienes diabetes o hipertensión?
Los especialistas mencionan que el mejor momento para desayunar es entre las 7 a.m. y las 8:30 a.m. En el caso de las personas con diabetes tipo 2, desayunar por la mañana ayuda a regular los niveles de glucosa durante el día. Pues, al despertar, cuando el organismo se encuentra en ayunas, retrasar la ingesta de la primera comida del día puede causar picos de azúcar en sangre una vez que se empieza a comer. Asimismo, el desayuno mejora la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a tener un mejor manejo metabólico.

En cuanto a las personas que padecen hipertensión y buscan evitar el aumento de la presión arterial, lo mejor es desayunar temprano, con comida saludable y baja en sal. Un desayuno temprano promueve la distribución adecuada de los alimentos a lo largo del día. En ambos casos.
¿Cómo debe ser la alimentación cuando tienes diabetes o hipertensión?
Para los diabéticos, es importante seleccionar carbohidratos complejos como la quinua, la avena, el camote o el pan integral, que se absorben lentamente y ayudan a mantener los niveles de glucosa estables. También se deben incluir proteínas magras como el pescado, el huevo, y las grasas saludables, como la palta y el aceite de oliva.

Para las personas con hipertensión, es fundamental disminuir la sal y los alimentos procesados. Se debe priorizar la ingesta de frutas, verduras, granos integrales y los productos bajos en sodio. Los minerales como el potasio, también son importantes, ya que ayuda a regular los niveles de sodio en el cuerpo y lo podemos encontrar en el plátano, el tomate y la papa.

En ambos casos, es recomendable que las personas con diabetes o hipertensión eviten los embutidos, las frituras, los dulces y las bebidas azucaradas. Omitir el desayuno o consumir alimentos inadecuados como café con pan blanco, mantequilla o embutidos puede provocar desequilibrios que afectan negativamente el tratamiento de estas enfermedades.
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