Este país vende comida hecha con carne de la basura: es separada, lavada y cocinada en salsa
Este plato es una opción de comida desesperada ante la creciente pobreza de un país asiático, que recicla restos de comida de la basura para venderlos a bajo costo.
Evelyn Camarena
En las zonas con numerosas familias en pobreza de Manila, Filipinas, un guiso hecho con restos de comida provenientes de la basura se prepara para solucionar la crisis alimentaria que va en crecimiento ante la elevada subida de precios de los alimentos básicos. De acuerdo con un informe elaborado por EFE, una residente de Happyland en Filipinas, vende este peculiar plato durante muchos años, una comida que sus clientes frecuentemente acompañan con arroz blanco.
Happyland es una comunidad en Filipinas que se ha consolidado sobre montañas de desechos en Manila, caracterizada por el intenso olor a basura y donde las condiciones de vida extremas son el pan de cada día. Las angostas calles y las viviendas frágiles de esta área representan la cruda realidad de sus pobladores, muchos de los cuales sobreviven trabajando con los residuos que pueden recolectar en Filipinas.
¿Cuál es la comida hecha con carne recogida de la basura en Filipinas?
Roweno Cabuluc es uno de los recolectores del famoso “pagpag", el plato hecho con carne de la basura en Filipinas. Él inicia su día antes del amanecer, recogiendo desperdicios de comida en cadenas de comida rápida y diversos restaurantes. Luego de seleccionar y limpiar los restos de comida, los entrega a Blasorca, quien los prepara de muchas formas, incluyendo guisos, frituras y para darle un poco más de sabor, agrega vegetales y especias.
¿Cómo se prepara el “pagpag”?
Los grupos nocturnos llamados "magbabatchoy" se dedican a recolectar restos de alimentos de la basura, los cuales incluyen sobras de papas fritas, carne y platos que los comensales no han terminado de comer, también, comida congelada con fecha de vencimiento expirada. Finalmente, son limpiados y cocinados para transformarse en pagpag.
A pesar de que las autoridades advierten sobre lo peligroso que es para el consumo humano, los ciudadanos de estas zonas pobres ven en él una única opción para alimentarse. Según informes, comer “pagpag” puede exponer a las personas a diversas enfermedades, pero la necesidad económica supera muchas veces las consideraciones de seguridad alimentaria. Un reportaje de Singapour Incidents destacó que vender “pagpag” es más lucrativo que otras alternativas, dado que la demanda es alta. Los vendedores resaltan la importancia de cocinar los alimentos para reducir los riesgos de enfermedades. Con las ganancias, que pueden alcanzar hasta 2,500 pesos en un buen día, los vendedores suelen adquirir productos básicos como arroz y agua, evidenciando el ciclo de pobreza y necesidad.
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