Las restricciones alimenticias que marcaron la elección del Papa León XIV
Durante el cónclave, la comida fue rigurosamente controlada para evitar manipulaciones que pudieran influir en la elección del nuevo Papa.


El pasado jueves 8 de mayo se dio a conocer al nuevo papa, el cardenal estadounidense Robert Francis Prévost. Previo a su elección, el cónclave tuvo una serie de reuniones para discutir sobre el tema y también, restricciones en la alimentación, para impedir mensajes ocultos, manipulación y filtración de información. En esta nota, te revelamos todos los detalles.
Las restricciones alimenticias en el cónclave
Las estrictas restricciones sobre la comida no se tratan específicamente de las cuestiones sanitarias, sino que el objetivo principal en el cónclave fue evitar todo tipo de manipulación para la elección del nuevo Papa. Desde la selección de los ingredientes, hasta la forma en que se servían los platos, todo estaba controlado.
Antes de distribuir la comida, se realizaba un análisis de todos los riesgos de filtraciones de información, de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro, lo que llevó a decidir qué platos servir.

Esto tiene su origen en 1274, cuando el Papa Gregorio X estableció las primeras reglas sobre la alimentación de los cardenales. Solicitó que los vasos sean transparentes y que se revisaran las servilletas y desechos. En esa época, los religiosos temían envenenados por tensiones políticas propias de la votación.
En ese contexto la comida también podía ser utilizada como una herramienta para intercambiar información. Por ejemplo, los ravioles de un cardenal podrían estar rellenos con un mensaje oculto, o a través del uso de una simple servilleta se podrían intercambiar ideas de votación, por lo que se exigió que todo sea inspeccionado. Asimismo, en los años 1200 y 1300 se disminuyeron las raciones con el paso de los días para inducirlos a que tomaran una decisión rápida.

Además de las restricciones alimentarias, se tomaron otras medidas, como la revisión de los pollos que se incluían en la comida; se revisaban antes de cocerse. En las pastas rellenas también prohibieron las tartas y los rigatoni, por considerarlos blancos de comunicación clandestina.
¿Cómo era la alimentación del papa Francisco?
Su alimentación era saludable, liviana y sencilla. En el desayuno se servía café o té y pan fresco; el almuerzo estaba conformado por entrada, plato principal, guarnición y fruta; la cena era más liviana.

El vino se daba a pedido y en pequeñas cantidades, los fideos, la sopa minestrone, las verduras hervidas y las brochetas de cordero fueron las principales opciones del menú.
“Es comida que podrías comer en una estación de tren”, mencionó el cardenal italiano Mauro Piacenza al New York Times. Otros purpurados declararon al mismo medio que les sirvieron “salsa aguada y pastas insípidas". "No se come muy bien”, dijo el purpurado Gianfranco Ravasi.