¿Por qué es un error lavar el pollo antes de cocinarlo?
A pesar de que pueda parecer una acción higiénica, lavar el pollo antes de cocinarlo puede ser un grave error.
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Vas a cocinar pollo y seguramente una de las primeras cosas que se te ocurren es lavarlo para evitar contraer alguna infección. Sucede que nuestros hábitos de limpieza nos indican que lavar los alimentos antes de consumirlos ayuda a eliminar la suciedad, las bacterias y otros agentes contaminantes, lo cual es cierto en muchos casos. Sin embargo, esto no se aplica a ciertos alimentos de origen animal, como el pollo. Por lo que, los expertos en salud alimentaria advierten que lavar el pollo crudo, pese a ser una práctica muy común en muchas cocinas, no es recomendable por ser peligrosa para tu salud. Aquí te explicamos por qué.
No cometas el error de lavar el pollo
El pollo, al igual que otros alimentos frescos, puede contener agentes infecciosos. Sin embargo, lavar el pollo con agua no elimina estos agentes y, de hecho, puede ocasionar problemas adicionales. Según la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), lavar el pollo puede facilitar la propagación de bacterias debido a las salpicaduras de agua que aumentan el riesgo de contaminación cruzada. Además, la presencia de humedad favorece el crecimiento de bacterias que pueden acabar en nuestro organismo a través, por ejemplo, de un cuchillo que teníamos cerca del fregadero.
¿Cómo desinfectar el pollo?
La forma más segura de garantizar la eliminación de microorganismos dañinos en el pollo es mediante la cocción adecuada. La clave está en cocinarlo a una temperatura mínima de 70 °C, lo cual asegura la eliminación de la mayoría de los microorganismos. Es recomendable verificar que la carne esté bien cocida y, si es posible, utilizar un termómetro de cocina para verificar la temperatura. Además, es importante manipular el pollo en un solo lugar y mantener siempre las manos limpias para evitar la propagación de bacterias.
¿Y si el pollo está congelado?
Si compras pollo fresco, puedes optar por la cocción para asegurar su desinfección. Sin embargo, si tienes pollo congelado, es importante descongelarlo por completo antes de proceder. La forma más segura de hacerlo es colocando el pollo en el refrigerador (no en el congelador) y dejándolo reposar durante toda la noche. Recuerda que una vez descongelado, es esencial cocinar el pollo de inmediato.
¿Cuáles son las ventajas de incluir el pollo en nuestra alimentación?
Según el Ministerio de Salud de Perú (Minsa), el pollo es una fuente rica en nutrientes y beneficioso para la salud. Contiene vitaminas como la A, zinc, tiamina, fósforo y ácido fólico, que son importantes para el organismo. Estos nutrientes presentes en el pollo pueden contribuir a la formación y reparación de tejidos corporales, especialmente durante etapas de crecimiento, embarazo y lactancia.
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