Tips para cuidar tus cuchillos
Los cuchillos son nuestro principal aliado en la cocina. Pero, ¿sabes cómo cuidarlos? Sigue estos consejos y te acompañarán toda la vida.
Los cuchillos son una de nuestras principales herramientas de trabajo en la cocina. Bien afilados, son capaces de hacer maravillas. Pero, ¿te ha pasado que tu cuchillo favorito pierde filo y cada vez corta peor? ¿Se te han oxidado en el cajón y lo has tenido que cambiar por otro?
Como toda herramienta, los cuchillos necesitan mantenimiento. No los dejes a su suerte. Mantenerlos con filo, limpios, secos y correctamente guardados es clave para prolongar su tiempo de vida. Así que sigue estos consejos, y podrás disfrutar de su filo por años.
1) Usa el cuchillo correcto
No pretendas trozar un pollo con un cuchillo para filetear. Aunque algunos son más funcionales que otros, lo mejor es usar el cuchillo correcto para cada tarea vayas a hacer. De esta forma no perderá filo ni se maltratará. Un cuchillo mal usado se puede romper o doblar, o peor, causar accidentes. Para saber qué tipos de cuchillo hay y para qué sirve cada uno, revisa nuestra Guía de cuchillos.
2) Mantenlos siempre afilados
Un cuchillo bien afilado, como dijimos, hace cortes precisos, ayuda a evitar accidentes y reduce el tiempo de trabajo, lo que redunda en tu economía. ¿Cómo afilarlos? Para empezar, nunca –entiéndelo–, nunca afiles tu cuchillo con una rueda de piedra que usan los afiladores callejeros. Aunque su oficio es noble y son parte de nuestra cultura gastronómica, esta técnica de afilado es nefasta para el cuchillo. Lo único que hace es comerse el metal. Es cierto que todas las técnicas de afilado van desgastando la hoja, pero si usas la correcta este efecto será mucho más lento.
Para empezar, hay una herramienta específicamente diseñada para afilar cuchillos. Se llama chaira, o afilador, y lo encuentras en muchas tiendas por departamentos, mercados y tiendas de implementos de cocina. Es muy fácil de usar y tiene efectos inmediatos. Otra herramienta con muy buenos resultados es la piedra para afilar. Requiere una técnica más delicada –hay que remojarla unos minutos– y toma más tiempo que la chaira, pero con resultados sorprendentes. También hay unos afiladores manuales, que tienen unas aberturas con materiales que sirven para afilar. Son muy fáciles de usar. Finalmente, si no tienes ninguno de estos implementos, puedes usar la técnica casera de la taza. Usa la base de una taza de cerámica como si fuera una piedra de afilar, y frota el cuchillo en un ángulo de 20 grados de inclinación. Verás qué buen filo saca. Ah: recuerda que siempre debes lavar el cuchillo luego de afilarlo, para eliminar restos de metal que quedan la hoja.
3) No cortes sobre cualquier superficie
Usa siempre una tabla para cortar. Las hay de madera, vidrio y plástico. Hay muchas discusiones sobre cuáles son las mejores o más higiénicas, y la verdad, aunque las de madera son más bonitas, las mejores tablas son de polietileno, ya que son antideslizantes, antibacteriales y fáciles de lavar. Evita, eso sí, arrastrar la hoja del cuchillo por la superficie de la tabla. Esta práctica, muy común en nuestras cocinas para sacar los restos de la tabla, le quita filo al cuchillo. Recuerda también tener una para cada producto: pollo, carnes rojas, verduras.
4) Límpialos
La limpieza también es clave para el mantenimiento de los cuchillos y evitar problema de salud. Hay unas esponjas especialmente diseñadas para ese fin. Pero lo importante, en todo caso, es que los laves con una agua y jabón. Recuerda no hacerlo por el lado del filo, para evitar accidentes y para no cortar la esponja. Una vez lavado, escúrrelo y sécalo. La humedad es enemiga de los cuchillos.
5) Guárdalos correctamente
La mejor forma de guardar los cuchillos es en un bloque o taco de madera. Es más, muchos sets de cuchillos vienen con este implemento. Recuerda, eso sí, introducir los cuchillos en su ranura correcta y bien limpios y secos. Otro implemento adecuado para guardar tus cuchillos es la barra imantada, que se ve muy bien y ahorra espacio en la cocina.
Si vas a guardarlos en un cajón, como hacemos la mayoría, lo ideal es usar un protector para cada cuchillo. Esto evitará que sufras accidentes y mantendrá el filo de tus cuchillos por más tiempo. Puedes hacer estos protectores caseros muy fácilmente: corta cartulina –puedes usar un folder o file de manila– guardando un cm de más en cada lado y envuelve ahí tu cuchillo; cierra el lado abierto usando un engrapador. Esto te protegerá a ti y a tu cuchillo.
Ahora, si tus cuchillos son tus engreídos, y te gusta llevarlos contigo, puedes conseguir una funda para cuchillos. Estos empaques de tela tienen compartimentos para cada tipo de cuchillo, y evita que se golpeen entre sí y pierdan filo. Es lo que usan los cocineros cuando tiene que ir de un lugar a otro.