

Solemos asociar las menestras con un sabor poco atractivo, lo que las convierte en nuestras peores enemigas a la hora de comer. Sin embargo, hoy vamos a hablar de una receta que desafía esa idea: el frejol colado. El frejol colado es tan delicioso y nutritivo que puede convertirse en un aliado perfecto para alimentar a los más pequeños de la casa. Su sabor y valor nutricional lo convierten en un candidato ideal para esta importante tarea.
Este dulce tradicional, típico de la región costera y herencia de nuestros antepasados desde la época colonial, se inspiró en el manjar blanco europeo. Sin embargo, utilizaron como ingrediente principal el frejol canario o frejol negro.
Se atribuye el origen de este dulce a las provincias de Cañete y, sobre todo, a Chincha, donde no solo se cultivaba el frejol canario, sino que también se asentaron comunidades afroperuanas, quienes se convirtieron en los principales preparadores del frejol colado.
El término "colado" se refiere a la forma en que se preparaba el dulce. Después de cocinar el frejol, lo "colaban" a través de un mantel para obtener una pasta de frejol que luego se convertía en el postre. Ahora, en Buenazo, compartimos la receta.
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