No es el aguadito ni el menestrón: Esta es la sopa peruana que previene hasta 7 enfermedades, según expertos de EsSalud y el Minsa
Esta sopa tradicional peruana no solo reconforta en invierno: también fortalece tu organismo gracias a su contenido de colágeno, vitaminas y minerales.


Consumir caldo de gallina con frecuencia podría ayudarte a prevenir enfermedades como la gripe, la anemia o incluso el deterioro cognitivo. Así lo señalan recomendaciones del Seguro Social de Salud (EsSalud) y el Ministerio de Salud (Minsa), que destacan los beneficios nutricionales de esta sopa en épocas de frío, cuando el sistema inmunológico se debilita.
Rico en proteínas, aminoácidos, colágeno, hierro y otros micronutrientes esenciales, este plato es ideal para mantener el cuerpo fuerte e hidratado. A continuación, te contamos qué enfermedades puedes prevenir con esta preparación tradicional.

Resfríos, gripes y otras infecciones respiratorias
El caldo de gallina tiene propiedades antiinflamatorias naturales. Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Nebraska comprobaron que esta sopa puede inhibir el movimiento de los neutrófilos, células inmunitarias que intervienen en los procesos inflamatorios de las vías respiratorias. Gracias a su contenido de cisteína, un aminoácido que actúa como mucolítico, ayuda a descongestionar la nariz, suavizar la garganta y reducir la tos. Además, al servirse caliente, promueve la hidratación y eleva la temperatura corporal, lo cual contribuye a aliviar síntomas del resfriado común y la gripe.

Osteoporosis y debilitamiento óseo
El proceso de cocción prolongada de huesos en el caldo permite extraer minerales como calcio, magnesio, fósforo y colágeno. Estos componentes fortalecen el sistema óseo y ayudan a conservar la densidad mineral, lo que reduce el riesgo de fracturas y previene enfermedades como la osteoporosis, especialmente en mujeres posmenopáusicas y adultos mayores. El colágeno también actúa como base para la formación de hueso nuevo, contribuyendo a mantener la estructura del esqueleto.
Anemia por deficiencia de hierro y vitaminas
Una taza de caldo de gallina bien preparado puede convertirse en una fuente valiosa de hierro de origen animal, vitamina B12 y ácido fólico, todos esenciales para la producción de glóbulos rojos saludables. Estos nutrientes ayudan a prevenir y tratar la anemia nutricional, especialmente en poblaciones vulnerables como mujeres embarazadas, niños en etapa de crecimiento y adultos mayores. Si se incluye huevo sancochado, menudencias (como hígado o corazón de gallina) y vegetales ricos en vitamina C como zanahoria o apio, el cuerpo aprovecha mejor la absorción de hierro.

Trastornos digestivos e intestinales
Uno de los principales beneficios del caldo de gallina es su alto contenido de gelatina, un subproducto del colágeno que se libera al hervir huesos durante horas. Esta sustancia ayuda a sellar y regenerar la mucosa intestinal, siendo útil en el tratamiento del síndrome del intestino permeable, gastritis, colitis e incluso el síndrome de intestino irritable (SII). Además, la glutamina, un aminoácido presente en el caldo, favorece la recuperación del revestimiento intestinal y mejora la absorción de nutrientes.
Fatiga crónica y recuperación post-enfermedad
Gracias a su perfil nutricional completo con proteínas de fácil digestión, minerales como sodio y potasio, y electrolitos naturales el caldo de gallina es un excelente reconstituyente para personas convalecientes o fatigadas. Ayuda a rehidratar el cuerpo, reponer nutrientes esenciales y mantener la masa muscular. Es ideal para quienes han pasado por gripes intensas, cirugías, tratamientos médicos agresivos o simplemente sienten agotamiento físico o mental prolongado.

Deterioro cognitivo leve y envejecimiento cerebral
El caldo de gallina contiene colina, un nutriente esencial para la función cerebral que actúa como precursor del neurotransmisor acetilcolina, implicado en la memoria y el aprendizaje. También contiene glicina y otros aminoácidos que ayudan a reducir la inflamación cerebral y promover un sueño reparador. Si se incluye yema de huevo y vísceras ricas en vitamina B12, el efecto neuroprotector se potencia, convirtiéndolo en un aliado natural contra el deterioro cognitivo asociado a la edad.
¿Cómo se prepara el caldo de gallina tradicional peruano?
Esta es una receta básica, nutritiva y muy fácil de hacer:
Ingredientes
- 1 presa de gallina (pierna o pechuga con hueso)
- 1 litro y medio de agua
- 1 trozo de kion
- 1 zanahoria
- 1 rama de apio
- 1 papa amarilla o blanca
- Fideos cabello de ángel o arroz
- 1 huevo duro
- Sal, pimienta y orégano al gusto
- Cebolla china y limón (opcional para servir)
Preparación
Hierve todos los ingredientes a fuego bajo durante una hora o más para extraer todos los nutrientes. Sirve con papa, huevo sancochado, fideos y cebolla china picada. Agrega unas gotas de limón para potenciar el sabor.
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