Este es el error que cometes al secar las tazas que puede afectar tu salud
De nada sirve lavar las tazas si no las secas de forma adecuada para prevenir daños en el organismo.
Evelyn Camarena
Lavar los trastes es una parte esencial de la rutina de limpieza en casa. Al empezar a lavar cada uno de los utensilios como tazas, platos, tenedores, cucharas, ollas, sartenes y más, primero debemos iniciar con las tazas, ya que los restos que quedan en estos recipientes son más fáciles de remover, pues en su mayoría son líquidos. Al lavar las tazas, usamos lavavajillas y agua para eliminar la suciedad y las bacterias. Sin embargo, cuando llegamos a la parte del secado muchos cometen el error de colocarlos boca abajo sobre un paño de cocina, lo que podría traer consecuencias en la salud.
¿Por qué no debes dejar las tazas boca abajo para que se sequen?
Aunque después de lavar las tazas, muchas personas tienen el hábito de secarlas poniéndolas boca abajo y sobre un trapo de cocina, es un error que puede tener efectos negativos en la salud, ya que la falta de circulación de aire por dentro de este utensilio contribuye a la acumulación de humedad, lo que crea un ambiente para el desarrollo y reproducción de microorganismos y moho. Además, si el trapo o cualquier tipo de tela que se emplea como base para secarlas no está completamente limpio y desinfectado, al entrar en contacto puede favorecer el ingreso de bacterias y generar olores desagradables que se impregnan en las tazas.
Consecuencias de secar las tazas boca abajo
- Humedad: secar las tazas boca abajo sobre un trapo no permite una adecuada ventilación, lo que causa que la humedad quede en el interior y esto favorece la propagación de bacterias, así como la formación de moho.
- Mal olor: la falta de circulación de aire dentro de la taza causa olores desagradables e incluso algunas personas por falta de tiempo pueden enjuagar incorrectamente este utensilio, dejando residuos de lavavajillas, que al servir un líquido puede alterar su sabor y generar problemas digestivos.
- Contaminación cruzada: usar un paño o trapo de cocina como parte del secado de las tazas puede ocasionar riesgo de contaminación, ya que anteriormente pudo haber tenido contacto con otras superficies o incluso alimentos crudos, lo que aumenta el riesgo de contaminación cruzada y, dependiendo del tipo de bacteria, podría provocar infección o intoxicación alimentaria.
¿Cuál es la forma correcta de secar las tazas?
La mejor opción para secar las tazas luego de lavarlas es utilizar el escurridor. Lo ideal es colocarlas boca abajo y tal vez te preguntarás por qué. La respuesta es sencilla, pues el escurridor está diseñado para mantener los utensilios, como las tazas, elevadas. De esa manera, permite una mejor circulación del aire, facilitando un secado uniforme y logrando que se sequen por evaporación. Sin embargo, si las tazas son ubicadas boca arriba, los residuos de agua pueden acumularse en la base, estancarse y convertirse en el foco de agentes patógenos.
¿Cómo guardar las tazas luego de secarlas?
Guardar las tazas de forma inadecuada puede desencadenar algunas consecuencias. Para evitarlas, te sugerimos unas acciones:
- Para evitar la acumulación de polvo: si las tazas se guardan boca arriba en un mueble o repostero abierto (sin puertas), puede acumular polvo y suciedad. Por ello, se sugiere que luego de estar completamente secas, se almacenen boca abajo.
- Para reducir la contaminación: siempre mantén las tazas boca abajo sobre una superficie cerrada, debido a que esto previene a que se contaminen con alimentos y sustancias.
- Para minimizar microorganismos: procura mantener limpia y desinfectada el área donde guardas las tazas para reducir el riesgo de que se desarrollen diferentes tipos de bacterias o que se mantengan microbios provenientes de insectos.
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