Secadores de cocina: ¿cómo escogerlos y cuidarlos?

Los secadores, como los cuchillos, son extensiones de las manos del cocinero o cocinera. Con ellos hacen mil tareas, desde cubrir sus productos frescos recién lavados, hasta tomar objetos capaces de quemarles las manos. Con él saca brillo a su vajilla; y limpia y seca todo lo que necesita, desde la tabla de picar hasta la mesa de comedor, y, por supuesto, sus manos . 

Sí, los secadores son una maravilla, pero también tienen su lado oscuro —los "trapos sucios”—. Por eso es importante no solo saber escogerlos, buscando que cumplan cabalmente la tarea que se requiere que hagan, sino también es importante darles el cuidado requerido para evitar inconvenientes. Entonces, veamos…

¿Cómo escoger secadores?

A todos nos gusta la belleza, pero en cuestión de paños o secadores, la funcionalidad es lo principal a la hora de escoger. Si además son bonitos, tienen buen diseño, genial, pero ante todo, que cumplan bien la función o funciones para las cuales fueron hechos.

1. Material

En ese sentido, un buen secador debe ser 100% algodón en sagra (es decir, tejido con un tramado similar al del jean), lo que le da cierto peso y volumen que no ofrecen otros secadores de poliéster o materiales sintéticos.  

Este tipo de secador no solo absorbe los líquidos mejor, sino que permite tomar con mayor seguridad los objetos mojados —nadie quiere que los platos se nos caigan de las manos por culpa del secador— y tampoco dejan pelusas o hilos. El color también es importante: prefiere los colores claros antes que los oscuros, ya que estos últimos ocultan las manchas o suciedad (el blanco es, sin duda, el color más higiénico). 

2. El tamaño

El tamaño importa: la medida estándar es de unos 55-60 cm de largo, por 35-40 de ancho. Lo suficiente como para cubrir una comida personal entera, pero que no parezca una toalla pequeña. Te recomendamos, eso sí, tener uno o dos paños para cada uso: secado de vajilla y vasos, secado o limpieza de superficies, y otro para contacto directo con alimentos (aunque, al final, usamos el mismo para todo).

Otros usos de los secadores

Además de su función literal —secar—, los paños de cocina tienen múltiples usos, por eso su importancia en la cocina: 

• En reemplazo de los guantes de cocina, para coger objetos calientes.
• Sacar brillo a copas.
• En reemplazo de un piso, para proteger las superficies de objetos calientes —sartenes, ollas, bandejas—.
• Para evitar que la tabla de cortar o recipientes se deslicen y se mantengan estables.
• Para cubrir alimentos y mantenerlos calientes; dejar reposar las masas o productos en proceso de fermentación, o proteger los alimentos de insectos o polvo.
• Para escurrir alimentos y utensilios con exceso de agua.

¿Un foco infeccioso?

Debido a sus múltiples usos y poco cuidado que se les da, los paños de cocina o secadores son una de las principales causas de la contaminación cruzada: ese paño que usaste para limpiar la tabla de picar, es el mismo con el que luego secaste los platos donde vas a comer. El simple hecho de cogerlo sin haberte lavado las manos lo convierte, en teoría, en un probable foco infeccioso.

Lo que le conviene horrores a los fabricantes de papel toalla, un producto que se desecha inmediatamente después de cada uso y que día a día gana espacio en las cocinas domésticas, y es una práctica obligada en el negocio de la restauración. Pero como no todos pueden gastar papel toalla cada vez que necesita limpiar o secar algo, nuestros secadores de tela seguirán reinando en la cocina. 

¿Cómo lavarlos?

En estricto sentido, lo secadores deberían lavarse luego de cada uso; algo impensable o muy poco practicado en nuestro día a día. Eso sí, no esperes a que huela mal o esté completamente manchado para hacerlo. Sigue este paso a paso: 

• Remojar unos minutos, pues así será más fácil que el material adherido a la tela se desprenda. 
• Lavar preferiblemente con agua caliente y detergente. 
• Sumergirlo en una solución desinfectante de agua con cloro. 
• Calentar el paño, aún húmedo, en el microondas por un minuto. 
• Secar. 

De esta forma, tu querido secador estará completamente limpio y desinfectado para una nueva faena en la cocina.