Un estudio revela el peligro oculto de comer tostadas quemadas: “Puede causar daños neurológicos”
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (EASAN) alerta sobre los daños que puede causar en el organismo.


La adecuada preparación de los alimentos es esencial para garantizar una alimentación saludable y prevenir problemas digestivos. Un mal cocinado puede provocar serias complicaciones en el sistema inmunológico. Un ejemplo de esto son las tostadas quemadas, que contienen una sustancia química que se genera de manera natural al someterlas a altas temperaturas, y que al ingerirlas puede ocasionar graves consecuencias.
¿Por qué es peligroso comer tostadas quemadas?
Según estudios, cuando las tostadas se han cocido por un prolongado periodo de tiempo y resultan completamente quemadas, lo mejor es desecharlas. Algunos piensan que aún se puede comer si se les quita la parte dañada, pero la realidad es que no te librarás de los daños que le puede causar a tu organismo. Contrario a lo que se suele creer, raspar la parte quemada de una tostada no es la mejor opción para preservar el resto del pan. La recomendación es desechar la parte afectada y tostar un nuevo trozo. Esta información proviene de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que aclara que la acrilamida se genera principalmente a partir de azúcares y aminoácidos, especialmente la asparagina, presentes de manera natural en diversos alimentos. Este fenómeno se produce a través de un proceso químico conocido como reacción de Maillard, que otorga un color y aroma atractivos a los productos alimenticios.

Asimismo, el creador de contenido @enfermerojorgeangel advierte en su cuenta de Instagram sobre los riesgos de consumir una sustancia cancerígena que podría inducir la formación de tumores, afirmación respaldada por la agencia mencionada. Además, se aconseja evitar prolongar el tiempo de cocción, ya que eliminar la acrilamida se vuelve prácticamente imposible.
Consecuencias del consumo de alimentos quemados
Un estudio realizado en laboratorios con mamíferos que ingirieron la acrilamida, evidenció que tenían una mayor probabilidad de desarrollar mutaciones genéticas y tumores en glándulas mamarias, ovarios, tiroides, pulmones y estómago. También se observaron efectos negativos en el sistema nervioso, según el portal web del Gobierno de España.

En el mismo sentido, la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, Food Standards Agency (FSA), sostiene que la acrilamida en los alimentos podría aumentar el riesgo de cáncer en humanos. Por ello, recomienda evitar la exposición a esta sustancia y optar por métodos de cocción que minimicen su formación.
¿Cómo reducir la formación de acrilamida en los alimentos?
Cocina los alimentos a una temperatura moderada, a fuego medio, al hornear, tostar o asar alimentos ricos en almidón. Si decides freír, procura que adquieran un color dorado claro y que no alcancen los tonos oscuros (quemados). En lugar de freír o asar, opta por otros métodos de cocción como hervir o cocinar al vapor. Por último, no cocines los alimentos por más tiempo del necesario.
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