Engrase con una cucharada de mantequilla un molde de 25 centímetros de diámetro. Acomode encima las láminas de manzana y vierta media taza de agua.
Aparte, mezcle la harina, la canela, el azúcar y la mantequilla hasta integrar. Cubra con la mezcla las manzanas y hornee a 180 ºC hasta que las manzanas se suavicen y adquieran un color tostado. Retire del horno.